jueves, 24 de agosto de 2017

Cara de circunspecto

Fuente de la imagen: rvs/08/2014
Desde principios de este siglo se escribía en distintos medios telemáticos y tradicionales aquello de que nunca antes los consumidores habían estado tan bien informados. A título orientativo y no excluyente, de la inmensa hemeroteca virtual rescato el texto publicado en PuroMarketing, donde, bajo el título “Los consumidores están mejor informados que nunca”[1], la redacción apuntaba presunciones como que los consumidores cada vez tienen más poder y los proveedores cada vez menos. El mismo medio, en “El nuevo perfil del consumidor: más conectado, informado, participativo y exigente”[2], defendía la tesis de que nos encontramos en plena era del consumidor, figura "cuya presencia ha ido ganando en importancia, en poder de decisión y determinación a la hora de hacer valer sus derechos”. Esta corriente de pensamiento no es exclusiva de PuroMarketing, también es seguida por otros expertos y gurús en tendencias “marKetenianas” y” consumistas”. 

Ni estaba de acuerdo entonces ni lo estoy ahora. Efectivamente, los recursos tecnológicos del mundo que nos toca vivir, posibilitan a todo hijo de buen vecino el presumible acceso a información de todo tipo. Pero ¿Qué información? Cuando no estamos ante la tediosa y perenne tarea de separar el grano de la paja (ayudado, eso sí, cada vez mejor por la inteligencia en gestión de datos conocida globalmente por big data), nos encontramos con ingentes frentes de desinformación, posverdades (sí, también en el marketing) y tierra quemada por doquier. Desgraciadamente, los acontecimientos me dan una y otra vez la razón y no a los que difunden a bombo y platillo eso de que ahora el consumidor está mejor informado, tiene el poder... ¿Ejemplos? En mi país a mogollón. Basta entrar en el sitio virtual de cualquiera de las organizaciones representativas de consumidores y usuarios. Te pongo uno de los más conocidos en España: mucho consumidor informado y luego “clausulas abusivas” de todos los colores. 

Por otro lado, me preguntaba (y sigo preguntándome) ¿Cómo saben esos influencers creadores de esas “tendencias” de pensamiento que un consumidor está divinamente informado? Supongo que dispondrán de fuentes fidedignas, porque si han "oído campanas y no saben dónde", están “apañaos” sus seguidores. Seamos serios. En el ámbito jurídico, el propio Tribunal Supremo de España (TS) reconocía en su famoso Auto aclaratorio de la Sentencia de 9 de mayo de 2013, sobre las clausulas suelo, que “no existen medios tasados para obtener el resultado de un consumidor perfectamente informado”. En conclusión ¿Más posibilidad de acceso a información? Puede. Pero a pesar que el entorno informativo-mediático sea otro, la situación es muy semejante a la anterior. O como dirían nuestros abuelos: “mismo perro con distinto collar[3]. Comprenderás la cara de circunspecto que se me queda cuando escucho lo de "mejor informados" y a continuación percibo que se siguen manteniendo tendencias, vicios y desajustes informativos mutados de épocas siempre anteriores (Fuente de la imagen: rvs 08/2014).
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[1] Puromarketing. Los consumidores están mejor informados que nunca. 2011. Sitio visitado el 24/08/2017.
[2] Puromarketing. El nuevo perfil del consumidor: más conectado, informado, participativo y exigente. 2014. Sitio visitado el 24/08/2017.
[3] Velasco Carretero, Manuel. Mismo perro con distinto collar. 2013. Sitio visitado el 24/08/2017.