Espléndido postre

Fuente de la imagen: mvc archivo propio

Si eres follower de este sitio, conocerás mi gusto por las fresas. En “Sobre todo belleza”[1], te felicitaba 2013 con una instantánea de esta curiosa y esperanzadora planta, motivándome su resistencia, productividad y, sobre todo, belleza. Un año antes, en “Recolectando emociones”[2], te dejé un vídeo con unos instantes del trabajo del peque recolectando el fruto, emocionales momentos difíciles de contar.

Fuente de la imagen: mvc archivo propio

Un poco después, en “Intensidades”[3], te enseñé una foto de la tarta de fresas realizada por unos familiares con mucho amor e intenso cariño y que estaba francamente buena. Incluso en algunos textos vinícolas, como en “Codicioso y seco final”[4], aparece el término para describir placeres sensoriales.

Te cuento lo anterior porque recientemente Alonso nos ha obsequiado (Gracias) con unas espléndidas fresas cultivadas en su huerto, recordando las fresas con nata que mi extinta madre, ya de adulto, me preparaba en la cena de los viernes, día de la semana elegido para visitarla y estar con ella. Esplendida copa, toda llena de trozos de este manjar culinario, rebosado de nata.

Fuente de la imagen: mvc archivo propio

También, solía prepararlas con kiwi e, incluso, en zumo de naranja, siempre sin abusar del azúcar. A continuación inserto un vídeo, alojado en Youtube cortesía de “El Cocinero de Rota”, con una receta de fresas con nata para torpes (fuente de las imágenes: elaboración propia).

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[1] Velasco Carretero, Manuel. Sobre todo belleza. 2013. Sitio visitado el 02/04/2017.

[2] Velasco Carretero, Manuel. Recolectando emociones. 2012. Sitio visitado el 02/04/2017.

[3] Velasco Carretero, Manuel. Intensidades. 2012. Sitio visitado el 02/04/2017.

[4] Velasco Carretero, Manuel. Codicioso y seco final. 2014. Sitio visitado el 02/04/2017.