miércoles, 26 de noviembre de 2014

El cine y sus ayudas

Caballo en movimiento (Animal locomotion) es una secuencia animada de un caballo de carreras galopando. Las fotos fueron realizadas por Eadweard Muybridge y se publicaron por primera vez en 1887 en Filadelfia. Fuente: Wikimedia Commons. Dominio Público
La Administración Pública ha utilizado medidas de fomento para promocionar y ayudar a los sectores que se consideran estratégicos. A partir de la noticia recogida en el vídeo que te dejo a pie de post, en el marco de la disciplina Derecho Administrativo II, propuso Carlos analizar a la luz de ese tema, qué características tienen las ayudas que estimulan el sector del cine. En opinión de José María Álvarez Monzoncillo y Javier López Villanueva[1], durante la última década del siglo pasado y primeros años de este siglo, las políticas públicas planteadas en materia de la cinematografía en España se encontraban orientadas convenientemente en lo que al fomento de esta actividad cultural se refiere, supuestamente premiando el éxito, posibilitando la entrada de nuevos creadores y protegiendo el mercado de las multinacionales, con armas como la cuota de pantalla, las subvenciones sobre proyecto a jóvenes realizadores y subvenciones automáticas sobre la recaudación de la taquilla, sistema que conlleva aspectos positivos, como la consolidación de las ayudas por ley, la obligación de destinar un porcentaje de sus ingresos a la financiación anticipada de la producción de largometrajes o la creación del Servicio de Defensa de la Competencia, velando que las películas tuvieran garantías de una explotación comercial mejor, al tiempo que se reforzaba la capacidad financiera de las pequeñas productoras.

Para José María y Javier, el fomento del cine en España se ha configurado tradicionalmente sobre dos tipos de medidas: subvenciones automáticas para la amortización de películas y asistencias sobre proyecto o anticipadas, incrementando las ayudas automáticas su peso vía porcentajes sobre la recaudación y disminuyendo las dotaciones sobre proyectos. Posteriormente, se consideraron las ayudas a películas en cualquier soporte, a los documentales y obras experimentales, posibilitando el fomento de una renovación del talento cinematográfico. Asimismo, para el control de este sector estratégico, se pusieron en marcha una serie de mecanismos (algunos ya derogados), como la cuota de distribución, la cuota de pantalla o la cuota televisiva. En cuanto a la cooperación exterior, Unión Europea e Iberoamérica fundamentalmente, con el objetivo de paliar la baja circulación de sus obras, fomentar las coproducciones y reforzar la competitividad de las pymes audiovisuales, la Comisión Europea puso en marcha programas como MEDIA (I, II y Plus)[2] y el Fondo Iberoamericano proyectos como IBERMEDIA[3].

Aunque José Battle[4] expresó alegremente en 2009 que “el sector del cine es anticíclico, cuando hay crisis es cuando se comporta mejor”, es indudable que con la llegada de la crisis, a la cinematografía de nuestro país se le abrieron muchos frentes y resurgieron fantasmas del pasado que se creían desterrados: deuda por las inversiones de la digitalización, el IVA, recortes del Gobierno en subvenciones y las fallidas inversiones para cubrir la brecha digital, fundieron a negro las pantallas de muchas salas, abocadas a la reestructuración drástica cuando no al cierre. En el anuario SGAE 2013 de las artes escénicas. Musicales y audiovisuales[5], se escribe que la exhibición de cine en España muestra un declive, rompiendo una larga tendencia de crecimiento iniciada a finales de los años ochenta. Desde 2008, el número acumula caídas paulatinas producidas cada año, siendo el indicador que presenta una mayor evolución a la baja el correspondiente a espectadores. Otras medidas fiscales, como el incremento del tipo impositivo del IVA aplicado a distintos bienes y servicios culturales, entre los que se encontraba el cine, generó una reducción de la recaudación y del número de espectadores, agravando los efectos que la crisis económica estaba ya produciendo sobre la demanda cultural, junto a los descensos presupuestarios que dificultaban la financiación de la cultura. Como escribía en 2013 Rocío García[6], la industria del cine se encontraba en coma. 

En la actualidad, el gobierno español, vía la reforma fiscal en ciernes, intenta mejorar las ayudas fiscales al cine para apoyar a esta industria, por ejemplo, posibilitando que vengan productoras extranjeras a filmar a España, mediante un mecanismo de monetización similar al existente para I+D, reforzar y ampliar el régimen de deducciones al mecenazgo o subiendo el porcentaje de deducción por inversiones en producciones cinematográficas y series audiovisuales, si bien la base de esta deducción, de la que habrá que restar las subvenciones, estará constituida por el coste total de la producción, así como por los gastos para la obtención de copias y los gastos de publicidad y promoción a cargo del productor[7]. Sin embargo, los empresarios del cine, frustrados, indignados, angustiados, preocupados, siguen insistiendo al ejecutivo español que aplique medidas como una rebaja del IVA cultural del 21 % al 10 % o a una desgravación en el Impuesto de Sociedades del 30% para producciones cinematográficas, en vez del 20 % para el primer millón de euros, que propone el gobierno.
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[1] Álvarez Monzoncillo, José María, Catedrático de Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos, y López Villanueva, Javier, autor de “El Futuro del Audiovisual en España” “La Industria Cinematográfica en España””Imágenes de Pago” “Presente y Futuro de la Televisión Digital” y “El Futuro del Ocio en el Hogar”. “La situación de la industria cinematográfica española: políticas públicas ante los mercados digitales”. Editorial Alternativas. 2006.
[2] http://www.oficinamediaespana.eu/
[3] http://www.programaibermedia.com/
[4] Batlle, José, consejero delegado de Odeon/UCi/CINESA para europa continental. Entrevistado por J. Orihuel: “El número de espectadores de cine crece un 3% con la crisis”. Periódico Expansión. 21/04/2009 

 http://www.expansion.com/2009/04/21/catalunya/1240311447.html.
[5] SGAE. “Anuario SGAEde las artes escénicas, musicales y audiovisuales”. Eduit. Fundación SGAE. 2013.
http://www.sgae.es/recursos/fundacionsgae/Anuario_sgae_2013_resumen_ejecutivo.pdf
[6] García, Rocío. “La industria del cine español, en coma”. El País. http://cultura.elpais.com/cultura/2013/09/26/actualidad/1380198081_379014.html
[7] El PAÍS. “Montoro mejora levemente las ayudas fiscales al cine”. 2014. http://economia.elpais.com/economia/2014/06/23/actualidad/1403518004_240023.html