sábado, 16 de febrero de 2013

Corto me supo

Fuente de la imagen: rvs/2013
Enriquecedor desayuno de trabajo el que disfruté ayer con Gracia y Rafa. "Corto me supo". Críticas y autocríticas por doquier en el foro adecuado y con un enfoque proactivo (me estoy empezando a cansar de tanto utilizar y escuchar la palabra “proactividad”). También escaso me pareció el encuentro de la tarde en Huelva (España) con un grupo de directivos, charlando sobre el liderazgo en los negocios, criticando, analizando, reflexionando sobre las pautas de conducta de estos adultos en la vorágine económica, financiera, operativa y comercial actual.

De todo lo tratado, resalto una de las conclusiones. Parece que no es infernal todo lo que envuelve a los ejecutivos groseros, atronadores y directos: se benefician de las desnutriciones y vacilaciones de los individuos que pululan a su rededor. Aunque vayan a su bola, en ocasiones pueden salvar un proyecto o empresa. En fin. Expresé que ese presunto atributo positivo de esos también llamados “líderes”, radica en la debilidad e inseguridad de los equipos que coordinan o dirigen. Para mí seguirán siendo amedrentadores o mafiosos. Te dejo el dibujo que me realizó antes de ayer un peque de ocho años, mientras navegaba por Internet.