 |
| Fuente de la imagen: kalhh en pixabay |
Crítica: El lunes, las empresas familiares consideraban que la clase política, de cualquier signo, promueve un clima de crispación que no favorece el desarrollo de sus empresas[1], pidiendo a los partidos mayoritarios que pacten los asuntos económicos. Autocrítica: El martes, las mismas empresas defendían autolimitar el poder de la familia en los consejos de administración, mostrándose favorable a la presencia de altos ejecutivos externos[2].
Ya hemos escrito varias veces en esta bitácora acerca de las empresas familiares (ver búsqueda) y en el post Lo pasaban realmente mal comentaba, precisamente, la sensible situación de los directivos externos a las familias. No seré más pesado. Es importante el “coliderazgo”, por el tema del equilibrio de fuerzas en la familia y todo eso, pero sólo cuando la empresa va bien.
Por otra parte, el ejecutivo externo aporta mucho, pero generalmente es un incomprendido y lo pasa francamente mal. Con esa autocrítica, al menos reconocen el defecto. Ahora a materializar la idea, que no es fácil (foto wikimedia commons). Texto rectificado posteriormente. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: kalhh en pixabay.
___________________
[1] Leído en la pág. 41 del Cinco Días de 23/10/07.
[2] Leído en la pág. 44 de La Gaceta de los Negocios de 24/10/07.