martes, 14 de octubre de 2014

Miedo a la inteligencia social

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Según D. Goleman
[1], la reciente emergencia de la neurociencia social pone de relieve que ya ha llegado el momento de que la inteligencia social ocupe el lugar que le corresponde junto a la inteligencia emocional. Pero ni tan siquiera el mediático Goleman sabe con certeza qué es lo que distingue a la inteligencia social de la inteligencia general. Por tanto, mucho escribir y hablar de inteligencia social, pero: ¿Qué es la inteligencia social? 

A. Tineo[2] la define como “la capacidad que tiene una persona de entender, tratar y llevarse bien con la gente que le rodea. Es lo que hace que una persona sea capaz de tener mil amigos dispuestos a dar la cara por él, o que no tenga nadie con quien contar[3].  Y, también, es lo que hace que una persona sea un vendedor u orador de primera o que, sea un fracaso en los negocios y en su capacidad de expresarse en público.”

Todo lo anterior viene porque desde hace semanas quiero trasladarte la desconfianza de José Antonio Marina[4] hacia esa inteligencia social: “Constatar que nuestro destino moral depende de una inteligencia social que actúa por mecanismos que desconocemos, que puede provocar efectos no queridos, que elude los procedimientos críticos, nos desvela la precariedad de nuestra situación, y eso da mucho miedo”. 

En opinión de Marina, estamos a merced de la creatividad social y le gustaría al filósofo sorprenderla en pleno funcionamiento, por ejemplo, creando un proyecto wiki para mejorar el capital compartido, si bien no sabe cómo hacerlo, aunque promovió una página en Internet, creacionsocial.es, que actualmente no se encuentra operativa (Fuente de la imagen: sxc.hu). Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Goleman, David. Inteligencia social: La nueva ciencia de las relaciones humanas. Editorial Kairos. 2006.
[2] Tineo, Álvaro. ¿Qué es la inteligencia social? alvarotineo.com. última vez consultada la página: 14/10/2014.
[3] "Es lo que provoca que un hombre sea magnético para las mujeres o que, por el contrario, sea un total negado a la hora de interactuar".
[4] Marina José Antonio. Las culturas fracasadas: El talento y la estupidez de las sociedades. Editorial Anagrama. 2010.