jueves, 16 de enero de 2014

A trompicazos

Fuente de la imagen: elaboración propia
Le cuesta al tejido pyme de mi ámbito territorial de actuación asimilar el concepto “nube” (cloud computing), sobre el que se ha escrito en alguna ocasión en este blog, pero poco a poco, a veces a fuerza de “trompicazos”, va asimilando el término, digamos mejor, la filosofía. Es indudable los beneficios que acompaña a esta solución ya del presente, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas y a los profesionales que andamos de un sitio a otro y necesitamos tener a disposición nuestras herramientas de trabajo y nuestra gestión del conocimiento en cualquier tiempo y lugar. Fuente de la imagen: elaboración propia

Atrás quedaron esos mastodónticos equipos informáticos y redes físicas que costaban una millonada incorporarlas y otro tanto mantenerlas, por no hablar de los sistemas operativos, las licencias… ¡Uf! Se me ponen los pelos de punta nada más pensarlo. Hoy, realmente mi sistema operativo es la configuración por la que accedo a Internet y paulatinamente voy incorporando trabajo a la nube y utilizando programas de la nube, como Office de Microsoft, si bien, tal vez por perro viejo, sigo manteniendo el procesador de texto y la hoja de cálculo en el equipo ¡Por si las moscas! No cabe duda que la precaución, aunque sea inconsciente, sigue estando ahí.