sábado, 23 de marzo de 2013

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Te escribo mientras veo la clasificación del Gran Premio de Malasia. Buena estrategia de cambio de gomas por parte de Ferrari, compartida luego con Red Bull. A ver qué pasa mañana en la carrera.  Cambiando de temame dice el querubín que le gustan las divisiones. ¿Las divisiones? ¿Por qué no las multiplicaciones o las sumas? Pienso.

Estas operaciones no me terminan de cuadrar. Ahora que no me escucha el peque, te confesaré que se me atragantaban los cálculos, hasta que descubrí, o me permitieron usar, las calculadoras, allá en la universidad. Y como la curiosidad me corroe, le pregunto por qué le gustan las divisiones. La respuesta me deja meditabundo: “Significa compartir”. 

¡Ahí va! Consecuencia positiva y dos puntos para la Seño de Matemáticas. Enfoque proactivo. Nunca lo había enfocado entendido así: solidaridad, repartir, participar, colaborar… compartir. Siempre lo enfoco como encaucé en el sentido de fraccionamiento, desintegración, cierre, finalización… Han compartido conmigo una lección esta mañana y eso me gusta.

Te dejo una foto de los preliminares de esta Semana Santa, que empecé a vivir y compartir ayer, en compañía de un grupo de gente de verdad. Si quieres más, clickea AQUÍ (perdona la calidad, pero son las instantáneas que te puedo enseñar, ya que hay que proteger la identidad de los verdaderos protagonistas).