miércoles, 13 de julio de 2011

Hachazos

Fuente de la imagen: Jorgeduardo en pixabay
Cada vez más lejos quedan las políticas de estrujar al máximo al cliente, de destrozarlo a “hachazos”, mientras el vocero de turno canta a diestro y siniestro “qué guapo soy y qué tipo tengo”. Por derivación, en este cambio de época que estamos viviendo, estimo que se encuentra trasnochada, aunque sigue dando letales coletazos, la política empresarial de dar hachazos a todo, a los proveedores, a los colaboradores, a la competencia... 

Algunos “profesionales”, incluso se jactan en público de esta llamemos cuestionable “estrategia empresarial”. No me gusta la palabra “hachazo”, la percibo primitiva, obscura, traicionera, violenta, premonitoria de malas artes. Ni tan siquiera la trago para definir al “golpe dado con el hacha”. Me podría disgustar menos la segunda acepción del diccionario: “golpe que el toro da lateralmente con un cuerno, produciendo contusión y no herida”, pero sigue sin convencerme.

Me entristecen las personas que pretenden resolver los conflictos a “hachazos limpios”, sin escuchar los argumentos de la otra parte, ni mucho menos destilar algunas gotas de empatía, sino todo lo contrario, derroche de prepotencia, falta de miras, altanería, arrogancia, desdén y menosprecio (dibujo de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada posteriormente; fuente: Jorgeduardo en pixabay.