jueves, 20 de marzo de 2008

Surveying

Fuente de la imagen: Tumisu en pixabay
Recientemente, en un programa de televisión, con motivo de las elecciones generales españolas (ver post A votar), me preguntaron acerca de las encuestas y el plazo para la publicación de los resultados. Quizás por mi orientación empresarial, expresé que estaba a favor, aunque la normativa electoral que regulaba estos muestreos era de hace muchos años y la realidad, hoy, en materia tecnológica e informativa, es muy distinta, por lo que habría que modificar la ley. 

Ciertamente, los sondeos son una ciencia inexacta en el campo político, ya que sus resultados varían en cuestión de días, por no decir horas, y con frecuencia fallan más que una escopeta de caña. Sin embargo, en otros prados, como el empresarial, pueden ser muy interesantes. En el artículo Employee Polls: A Vote in Favor (Encuestas a empleados: un voto a favor), de la revista bussinesWeek, el consultor Jack Welch y su esposa estiman que, al menos a los empleados, las encuestas funcionan, ayudando a fomentar los cambios en las empresas. 

Se refieren los Welch a encuestas sensatas, personales, alineadas para asuntos importantes: investigaciones que intentan descubrir si los empleados realmente "compran" la misión de la empresa; sondeos que averiguan si los directivos practican lo que manifiestan; exploraciones que proyecten luz sobre el cometido de la actividad productiva; o encuestas que examinan la calidad de los sistemas de gestión y dirección del capital humano.

Si bien, ninguna empresa o ningún país puede ser dirigido sólo por informes basados en estudios de opinión, una buena encuesta puede ser una fuerza poderosa para la mejora continua de los colaboradores y las colaboradoras (imagen incorporada posteriormente; fuente: Tumisu en pixabay).